Casa refugio en Torremanzanas
junto con Ana Márquez y Alejandro Amiano
2006
una casa refugio para pasar un día en contacto con la naturaleza o un fin de semana de escapada. Un refugio con una clara representatividad social de sus usuarios donde juntarse con los amigos a disfrutar de una velada en un paisaje envidiable. De ahí que la casa se plantea desde la tipología flexible del pabellón, prácticamente diáfano. uno arriba más público-lúdico y otro abajo más reservado y con los espacios privados de dormitorio. La recepción, la biblioteca o la piscina completan el programa como espacios colchón entre lo público y lo privado.
Toda la casa se integra en el paisaje y se apropia de la morfología de los bancales pasando desapercibida. Una precisa trama de soportes, cubiertas ligeras y vegetación rodean la vivienda para configurar una atmósfera a medio camino entre lo natural y lo agrícola... una clara apuesta por una arquitectura sensible al medioambiente y a los recursos energéticos disponibles.