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Mucho más que un edificio...

 

En su libro El declive del hombre público, el sociólogo Richard Sennet desarrolla una teoría sobre la falta de equilibrio que existe hoy en día entre los ámbitos público y privado de la sociedad actual y sus individuos. En este contexto y recogiendo palabras del propio Sennet, “la experiencia urbana se encuentra hoy adormecida”. Esta visión de la sociedad actual plantea cuestiones sobre el papel social que debe desempeñar el arquitecto hoy en día.

Jacobo García-Germán, en su libro Estrategias operativas en arquitectura. Técnica de proyecto de Price a Koolhaas, nos explica cómo la producción arquitectónica desde los años 60 puede entenderse desde el concepto de lo “estratégico” y por tanto cómo algunos principios organizativos de las arquitecturas de Price y de los arquitectos de las vanguardias de los 60 son planteamientos válidos y productivos en nuestro tiempo.

Una de estas traslaciones unen al centro Beaubourg con su antecesor no construido y proyectado aproximadamente diez años atrás, el Fun Palace de Cédric Price, dos propuestas concebidas como centros de producción artística y contenedores de una cultura para todos, reivindicando una labor socializadora, una misión regeneradora y activadora para la ciudad. Ambas arquitecturas son mucho más que edificios, son fertilizantes que enriquecen y transforman el entorno donde se sitúan. Si extendemos la mirada más allá de la máquina funcional, de la carcasa vacía de contenido que denuncia Baudrillard, podremos detectar los procesos de activación y diversa actividad que acontece a su alrededor y que en otros contextos similares y operaciones posteriores de esta magnitud no se han producido.

Desde la perspectiva de la estética y del arte, Bourriaud nos advierte de la uniformidad que el Postmodernismo en un mundo globalizado no ha conseguido evitar pese a poner en crisis la intención homogeneizadora, universal y absolutista del Modernismo. En su libro Radicante, enfrenta la raíz radical de los valores del Modernismo a este nuevo concepto, radicante, término que se refiere a un organismo que hace crecer sus raíces a medida que va creciendo. Para ilustrarlo explica la diferencia entre cómo los colonos sustituyeron unos idiomas por otros, frente al concepto de “traducción” como un esfuerzo ético que reconoce al otro, a lo diferente y trata de entenderlo para producir.

Desde el ámbito arquitectónico, la defensa de la diversidad en un mundo cada vez más uniforme, tiene su reflejo en la plusvalía que una pieza de arquitectura, un proyecto, una obra o un planteamiento sea capaz de ofrecer al otro, a lo que le es ajeno, a lo público, a la ciudad, sin heroicidad, desde la postura la humildad que reclama Pallasmaa.

Esta arquitectura ya no se asienta sobre un espacio público sino que ella misma lo crea, lo reproduce y lo ofrece a la ciudad, sin el afán de ser protagonista en la escena.

Entender y definir el espacio público desde el edificio, no el edificio como objeto inerte programado para desarrollar una única actividad, sino el objeto poliédrico que aglutina multiactividades. Desde esta perspectiva se plantea una gran parte de nuestro trabajo.

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